Me percaté que estoy a 2 meses de mi fecha probable de parto! Ahora si ya no falta nada para ser mamá de dos y volver a pasar por ese momento emocionante de conocer a esta nueva personita que llevo conmigo hace meses. Cuando Joaquin nació tanto mi esposo y yo escribimos nuestra historia de parto para compartirla con mi profesora y compañeras de una clase de preparación para la maternidad a la que iba mientras estaba embarazada. Hoy re leí ambas historias y moquié mal recordando todo. La historia de mi esposo es muy linda y tiene consejos lindos para los futuros papás, me provocó compartirla, así que hoy el blogger es él!
“Señora no me mire!!!! no ve que la estoy pasando mal??!” Esto gritaba mi esposa a una señora curiosa por la “O”* a las 9:45 AM del miércoles 28 de noviembre en la sala de espera del hospital. Claramente yo… no podía aguantar mi risa y trataba de seguir la “O”, pero me salía una cosa media extraña y Kiki pensó que la estaba jodiendo. También me mando un poco a la mierda a mi. 

Doce horas antes… en casa, con la noticia de que Kiki seria inducida a las 16:30 del día siguiente, comenzamos a hacer “by the book” todo lo necesario para que Joaquin decidiera salir a la luz. Caminata larga, baño de relajación, reflexología, masajes con música relajante de fondo, tuvimos relaciones, etc. En definitiva… nos conectamos tremendamente con la situación y con el deseo y sobre todo con Joaquin.
4:30 AM comenzó la “O” mas fuerte de lo imaginado. Claro… las contracciones eran cada menos de 5 minutos y Kiki estaba sufriendo de dolor. No lo puedo saber, ni sentir, pero créanme…. MI ESPOSA ES UNA FUCKING HEROINA!!!! No puedo ni siquiera imaginarme lo que sentía, pero nunca la vi así y nunca creí que alguien podía hacerme sentir, sin sentirlo yo directamente, el dolor que tenía. La buena noticia… esto solo duraba unos 20 a 30 segundos. Y de repente en esos minutos de no contracción… nos duchamos, desayunamos, conversamos con la partera… la vida continuaba naturalmente cada 5 minutos.
Kiki rompió bolsa y salió color verde. Según lo aprendido: Signo de alarma. No desesperar, pero atención y con calma ya ir organizándonos para ir al hospital. 

Tal como habíamos quedado con la partera, a las 9:30 a.m. estábamos en el hospital. Creíamos que nos darían prioridad por estar al borde del parto y sufriendo. Pero no… había otras mamás en la misma situación antes que nosotros y solo quedaba esperar. 

La “O” sonaba y retumbaba en cada pared de la sala de espera. La gente nos miraba. No lo niego… sentí un toque de calor.  

La partera revisó a Kiki que estaba con 5 de dilatación. de 0 a 5 en pocas horas. Definitivamente mi esposa haría hasta lo imposible por evitar la cesaría.
Pasamos a una sala de parto tipo 10:15 AM. En ese instante yo ya estaba bloqueado. No lo supe, pero luego me di cuenta. Estuve unas horas totalmente bloqueado. Navegando la situación, acompañando a la increíble esposa que tengo que a esa altura ya era demasiado. 

En la sala de parto continuo el monitoreo. Que si, que no, que si, que no… llego el doctor, 7 de dilatación, pero las pulsaciones de Joaquin bajaban con cada contracción. Era lógico… el bebé era muy grande y algo hacia que no baje y que su flujo de oxigeno disminuya. Tal vez el cordón estaba enroscado. Las palabras del doctor eran súper lógicas. 

Sin anestesia, con esa dilatación y con ese dolor, Kiki ya estaba entregada a la cesaría. Por suerte lo aceptó y lo tomo como debe ser. Había que cuidarla a ella y al bebe eso era lo más importante. Traté de no persuadirla ni de molestarla a la hora de la conversación con el doctor ya que ella sola sabia el dolor que sentía, pero, con esos argumentos, la cesaría era inminente.
Al rato se la llevaron al quirófano, yo ya temblaba de emoción… eran las 12 del mediodía y en pocos minutos conocería a mi hijo. Confieso que hoy esa frase implica mucho más de lo que yo entendía en ese momento. Estaba totalmente entupido.  

Me lave las manos y me llevaron al quirófano. Me senté al lado de la cabeza de Kiki y puse música en el ipod, un playlist en particular que ya habíamos hablado que ella quería si es que llegábamos a esa instancia. El anestesista y la partera intercambiaban chistes. Distintos tipos de olores y de repente… escuché un llanto y el médico levantó a mi bebé. Un pitufo que pataleaba y lloraba. Si… tenia el cordón enroscado en la pierna. 

Kiki lloraba de emoción y yo le sostenía la mano mientras alguien le acerco a Joaquin al pecho. Fue increíble !!!! Yo estaba mirando y presenciando como la mujer mas increíble del mundo tenia a mi hijo en sus brazos. Ojo… seguía totalmente estúpido de emoción, adrenalina y … cagazo.

  Alguien me dijo: “veni”. Se llevaron a Joaquin y los seguí. Le hicieron todo tipo de estudio, pinchazo para vitaminas, vacunas, etc. Cuando terminaron, me lo dieron y me quedé esperando a que terminen de intervenir a Kiki. Al rato me llevaron con Joaquin a una sala donde estaba mi esposa. Ahí estuvimos los tres como 4 horas esperando que nos den la habitación. Fue molesto no tener habitación… pero fue un momento único, espectacular e irrepetible. Los tres solos… tratando de entender que estaba pasando. Creo que aún no lo entendemos por completo, pero nos gusta.
Ya pasado el nacimiento… quiero agradecerte Vero** por todo. Sé que es tu laburo, pero quiero que sepas que tu laburo hizo muy feliz a mi esposa. La ayudo mucho y le enseñó mucho de todo esto. Es cierto que hay mucha información dando vueltas y que debemos ser adultos y saber como manejarla. Pero todo lo que le has enseñado a mi esposa, de alguna forma ha llegado a mi.  A Kiki como protagonista principal, le dio los conocimientos para empezar esta nueva etapa de la mejor forma. Y a mi como compañero, amigo, amante, cómplice, pareja, esposo de esta increíble mujer, me hizo entender lo importante que puedo llegar a ser en esos momentos en los que muchos creen ser un actor de reparto. Entiendo que lo único que no tengo son tetas y leche. Pero de ahí en mas… todo lo puedo hacer y más. 

A quien lea esto… les digo que soy el hombre mas feliz del mundo y que a pesar de que no estoy durmiendo mucho, si dormir poco, te da esta felicidad, entonces vale la pena.

 Por último,  a los maridos un humilde consejo. Los más importante de todo es la mamá. El bebé es lo máximo y seguramente tome protagonismo inmediatamente. Pero sepan algo… si la mamá no esta bien, el hijo no esta bien. Para que el bebé este bien, la primera persona que debe estar bien es la mamá. Mi prioridad es Kristin porque la prioridad de ella es Joaquin. No tiene sentido que el sea la prioridad de los dos, sino Kiki quedaría totalmente relegada y eso seria terrible, para ella, para Joaquin, para mi y para la familia. Les juro que esta funcionando. Vamos casi 3 semanas de papás y esto esta funcionando mucho mejor de lo que pensábamos. De nuevo… ella se esta ocupando de Joaco y no tiene que preocuparse por ella, ya que para eso estoy yo. Es lo mínimo que puedo hacer por ella después del dolor y de llevar y cuidar por 9 meses a mi hijo dentro suyo.

* Técnica para manejar el dolor que aprendí, se trata de decir la O ya sea con o sin volumen. Las vibraciones de la “O” te relajan y además es una forma de canalizar el dolor.
** Vero Macri: profesora/coach con la cuál hice una preparación para la maternidad durante el embarazo, realmente es importante prepararse tanto físico como mentalmente y hacer participar a su pareja. 

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Escrito por kiki

    2 comentarios

  1. claudia Su 17 octubre 2014 at 10:46 Responder

    que lindo kiki! estoy moqueando literalmente!!!! tu esposo debe ser tu co-blogger! besos!

    • lamamadejoaco 19 noviembre 2014 at 23:06 Responder

      Clau! Nunca te contesté! Se lo diré la verdad que siii escribe lindo y es un sensible!

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