Este post fue escrito por Claudia Bustamante, ella es de mi colegio y hace un tiempo me pasó este artículo que escribió ofreciéndome que si quería lo comparta en mi blog. Lo leí y me pareció una trome, a pesar de los obstáculos que tuvo por su trabajo buscó la forma de seguir con la lactancia. Además súper linda de querer compartir tan buena información. A veces me cuesta escribir de temas que no vivo directamente, pero el objetivo de este blog justamente es ayudarnos entre todas así que me encantó que Clau me escribiera pasándome este artículo en el cual no sólo comparte su experiencia sino toda la investigación que hizo ahorrándonos a muchas varias horas de trabajo. Espero les sirva y una vez más gracias Claudia! (Abajo pueden encontrar sus datos de contacto).
Creo que la mayoría de las mamás que hemos dado de lactar, conocemos el maravilloso, y a veces odioso aparatito llamado sacaleches (pump o hasta ordeñadora, porque realmente a veces uno se siente una vaca lechera). Yo tuve la suerte de tener leche de más desde el día uno, y de tener un hijo maravilloso que nació sabiendo lactar perfecto, y que además no tuvo ningún problema en alternar con mamadera cuando fue necesario. Así que cuando tuve que regresar a trabajar a los 3 meses, me fui tranquila, sabiendo que mi chiquitín iba a comer bien en mi ausencia y que, en general, no íbamos a tener problemas con la leche porque podía reemplazar lo que él tomaba. El detalle de mi trabajo es que viajo, internacional, relativamente seguido. Acá ya la cosa de la sacada de leche se vuelve un poco más complicada, sobre todo cuando tienes un itinerario lleno de reuniones, viajas con tu jefe, muy simpático, pero hombre, que no tiene bebés hace más de 15 años y claramente no tiene ni la menor idea de lo que implica viajar como mamá con bebe lactante en casa. En principio pensaba simplemente sacarme cada cierto tiempo para mantener la producción, pero no traerme la leche de vuelta, para complicarme lo menos posible. Pero mientras se iba acercando la fecha y yo contaba diario las onzas que dejaba en mi refri para los 4.5 días que me iba de viaje (y me iba quedado sin espacio en la congeladora porque mi hijo tenía menos de 4 meses así que todavía tomaba solo leche), se me iba haciendo más y más difícil pensar que iba a botar lo que tanto esfuerzo cuesta conseguir! Así que decidí averiguar y hacer todo lo posible para que esa leche regresara conmigo. Y es por eso que escribo esta nota. Porque me costó organizarme y encontrar la información, sobre todo de la seguridad de los aeropuertos, pero la verdad es que en aunque en principio parecía casi imposible lograr afinar la logística, finalmente todo se puede. He viajado 2 veces, una a EEUU y otra a Europa, y de ambos viajes he traído la leche, en perfecto estado, y aunque no puedo decir que haya sido tarea fácil, valió 100% la pena. Quiero compartir entonces algunos tips e información para otras mamás que les pueda tocar viajar y sepan que hay una alternativa a cortar la lactancia, o botar la leche que se saquen en esos días.
Organización previa al viaje
Lo más importante, en mi opinión, es armar un horario para sacarte leche. Si tienes reuniones todo el día, entonces con mayor razón. Eso puede significar levantarse 1 hora más temprano en la mañana, acostarse más tarde, levantarse de madrugada o no tener almuerzo. Pero si tienes un horario, evitas que sean las 11a.m. y en plena reunión sientas que explotas porque no te sacaste en la mañana antes de salir. Así también puedes tratar de sacarte en el hotel o en algún sitio mejor que un baño público la mayoría de las veces.
De hecho que si trabajas y viajas, un sacaleches doble eléctrico es la mejor opción. Si no tienes uno, se pueden alquilar (yo sé que Milky Babies lo hace, no sé si habrán otras empresas). Pero también recomiendo tener un sacaleches manual simple, que puedes meter en la cartera y te puede sacar de un apuro (cuando no tienes enchufe, o se te acabo la batería, o no puedes hacer ruido porque todas conocemos el terrible sonido del sacaleches eléctrico! No entiendo por qué con tanta tecnología no han podido hacer uno silencioso, pero ese es otro tema).
Almacenamiento de la leche
El almacenamiento de la leche para garantizar que no se malogre es básico si la vas a traer de vuelta. Para eso, importantísimo conocer las recomendaciones de conservación, acá pongo un cuadro con las del Center for Disease Control (CDC) y Kellymom (que es un excelente recurso de información relacionada a la lactancia).
*Una vez descongelada la leche se debe de usar en las siguientes 24 horas
Para minimizar el espacio que ocupa, lo mejor es usar bolsas, de la marca que más te acomode, pero lo que sí creo es que es mejor usar y llenar las bolsas con la cantidad que normalmente toma tu hijo/a, para no desperdiciar (o múltiplos de, por ejemplo si toma 3 onzas, puedes usar bolsas de 6).
Transporte de la leche en avión
Ahora, lo más complicado. ¿Cómo te la traes de vuelta en el avión? Bueno, el primer viaje que yo hice involucraba, además del viaje ida y vuelta a EEUU, 5 vuelos internos. Sabiendo que la seguridad de los aeropuertos americanos puede ser complicada, me busqué la norma (http://www.tsa.gov/traveling-formula-breast-milk-and-juice), que dice BIEN claro que la leche materna es una excepción a la regla que solo permite líquidos de 100ml, viajes con o sin el bebé. Acá también dice que no hay problema con pasar la leche por rayos x, y mi pediatra me lo confirmó. Con eso en mano, más, por si acaso, un certificado médico de mi ginecólogo en el cual decía que estaba dando de lactar, me fui tranquila. En general, no tuve ningún problema, solo hay que armarse de paciencia, porque las bolsitas de leche las pasan por una maquina especial para probar que no tengan explosivos, y eso toma tiempo (es una por una). En el único aeropuerto que la pasé mal fue en el de Boston, que me dijeron que podía pasar la leche solamente si, aparte de hacer la prueba a las bolsitas, me hacían un pat down (básicamente que te revisen entera como si fueras una potencial terrorista, solo por traer leche materna). Creo que finalmente mucho es suerte y depende de la persona que te toque, pero lo que sí es un hecho es que no pueden hacerte botarla, ni siquiera hacerte abrir las bolsas y menos hacerte probarla (a menos que te reúses a pasarla por rayos x y/o la máquina que analiza los líquidos). Si pasara esto, pides hablar con un supervisor porque la norma es clara. Ojo que si llevas conservadores de frío (ice packs) para tu cooler tienen que estar sólidos cuando pases seguridad, para que no cuenten como líquido (con esto yo no tuve ningún problema, pero he leído de algunas personas que sí). Una vez que pasas seguridad ya solo queda perder cualquier tipo de vergüenza y pedir hielo, refrigeradoras, etc. en todas partes. Generalmente la gente es muy amable y servicial cuando se trata de leche materna, en el avión me tuvieron la leche todo el vuelo en su compartimiento frío sin ningún problema.
Lamentablemente la normativa europea no es tan clara, y en mi experiencia los aeropuertos de Londres son los más estrictos con el tema de seguridad. Mi segundo viaje era a Europa, con un pase por Londres, así que decidí que mejor era mandar la leche en mi equipaje chequeado, con toda la paranoia del caso (que se pueda perder la maleta, retrasar el vuelo, etc.). Preferí no arriesgarme a perderlo todo porque no tenía nada que avalara que podía traer en mano la leche (porque la norma europea solo habla de cuando viajas con el bebé), a pesar de haber contactado a los aeropuertos, la agencia de viajes y las líneas áreas, pero nadie supo darme una respuesta convincente. Así que metí la leche en un cooler en mi maleta y crucé los dedos. Y así, 20 horas más tarde llegué a mi casa con la leche perfectamente fría.
Para terminar, creo que la decisión de dar o no de lactar, por 1 día o 3 años es súper personal, cada uno tiene sus razones, y creo que no se puede juzgar ninguna elección. Pero si das de lactar y quieres seguir haciéndolo, a pesar de tener que estar alejado de tu bebe por unos días, con un poquito de esfuerzo, se puede!
*Si quisieran más detalle (por ejemplo, como empacar las leches en el cooler, como esterilizar las partes de la extractora cuando no tienes microondas, etc.) me pueden escribir a [email protected]]]>
Gracias por compartir la información, me parece muy útil.
Hola! sabes si Claudia tiene algún blog o dónde expone más artículos como estos?