Breech baby o bebé en “posición podálica” es el término que se usa cuando un bebé está sentado dentro de la panza, con las nalgas o pies hacia el canal de parto. Se recomienda que los bebés estén con la cabeza para abajo (posición cefálica), para poder tener un parto vaginal. La mayoría de doctores no realizan partos podálicos, porque es riesgoso para el bebé, y además hay más posibilidades de que el cordón pueda estar enredado.

Muchas veces me cuesta escribir de temas que no me han ocurrido directamente, por eso le pedí a una amiga que tuvo una bebé en posicion podálica que comparta su experiencia. Para que nos cuente como hizo que su bebe se diera vuelta y logró tener un parto natural! Es un tema súper interesante que sé que a muchas les puede interesar.

A partir de ahora Ximena nos cuenta su historia…

En esos 3 segundos de suerte en los que logras ver la imagen de la ecografía. Ahí estaba mi bebita, bien sentada con las piernas estiradas y los brazos para arriba. Se le veía tan cómoda en esa pantalla… sólo le faltaba el cigarro en la mano! Mi doctor, siempre dándome tranquilidad, dijo que no me preocupara que no era hasta la semana 34 que los bebes pueden establecer posición.

A la semana 37 mi doctor me mandó una ecografía 4D. Obviamente, fui esperanzada en que algo pudiera haber cambiado. La mala noticia fue que no sólo nada había cambiado, sino que la niña tenía dos vueltas de cordón… DOS! Mis esperanzas eran casi nulas…

Me acuerdo haber estado ya en la playa cuando decidí llamar a mi doctor… ¿Para qué? No tengo idea. El asunto estaba clarísimo, pero necesitaba escuchar algo. Mucho no tuvo que decirme. Semana 37, sentada y con dos vueltas de cordón… Su tono no fue muy alentador, sólo me sugirió que aprovechando que estaba en la playa, trate de pararme de cabeza en la piscina.

Yo muy obediente fui a pararme de cabeza todo lo que pude casi casi hasta ahogarme y tener los dedos arrugadiiiiiitos arrugditos… Parecía una loca leyendo cualquier contenido de google que dijera algo relacionado con “how to turn a breech baby” o similar… loca, loca, loca! Ninguna técnica era rara, todo suma, cualquiera puede funcionar, eso pensaba…. No pierdo nada. La posición de perrito aparecía por todas partes, ya me veían apoyada en los codos mientras chateaba, mientras seguía leyendo sobre breech babies, mientras leía la ruma de revistas que regalan en la playa, etc, etc, etc…

Dentro de mis caóticos días en la playa, encontré una lucecita al final del túnel… Conversando con una amiga, me contó sobre su primera hija que también fue podálica. Le programaron una cesárea y cuando ya estaba literalmente en la sala de operaciones, su esposo disfrazado de verde, cámara en mano, etc, etc… el doctor (que es el mismo que el mío) la revisa, y resulta que la bebe se había volteado!!! La mandó de regreso a su casa y volvió unos días después cuando entró en trabajo de parto… Una historia como ésta, en la situación en la me encontraba simplemente cambió la perspectiva de todo. Alucinante! Yo pensaba, por algo estamos acá caminando juntas y hablando de esto… cualquier cosa puede pasar.

Regresamos a Lima, seguí poniendo en práctica la postura de rodillas y codos (para darle más espacio), una postura muy buena que me recomendaron hacer a diario por 15-20 segundos. Arrodillada en alto, la cama por ejemplo y la manos apoyadas en el piso…

Hice tantas… Nunca podré saber a ciencia cierta cuál de todas las posturas o técnicas fue la/s que funcionó, pero confieso que luego apliqué dos técnicas más que leí que son las que yo creo que resultaron. Las hice al mismo tiempo. Puse una bolsa de hielo arriba, encima de mi barriga (donde se supone estaba la cabeza) para que se corra del frío y una linterna por debajo de la barriga para que siga la luz…

Estuve sentada en la sala de estar en la casa de mi mamá viendo televisión con la bolsa de hielo y la linterna de mi celular como por 15 minutos hasta que ya no aguanté el hielo… Me quedé sentada un rato más y empezó un movimiento que no puedo explicar… Tenía que ir moviéndome y cambiando de posición, fue algo rarísimo… me puse un ratito sobre codos y rodillas también pero luego me volví a sentar… Estaba incómoda. Me acuerdo haberle dicho ese mismo día a Carlos, mi esposo, creo que ya se volteó, si eso no fué entonces ya no se va a voltear. Dicho y hecho, fuimos a la cita de las 38 semanas, bebe con la cabeza para abajo! Nació a un día de cumplir las 39, el trabajo de parto fue rapidísimo, mucho más rápido que el primero y salió en el primer puje. Mi Larita… tremenda resultó, ya tiene un año y dos meses y sigue así que de “antojadita” 😉

GRACIAS XIME por darte el tiempo de compartir tu historia y las técnicas que usaste. Para las que tienen un bebé de nalgas en la panza no pierdan las esperanzas, hasta último momento se puede voltear. Hay que darle espacio para moverse haciendo diferentes posturas, y la técnica del hielo y la luz me pareció buenaza. El bebe se corre del frío y busca el calor y la luz. Si alguna otra mami pasó por esto la invito a compartir su experiencia y que hizo así nos damos #cooltips entre nosotras 😉

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Escrito por kiki

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