Hace 3 meses que Joaquin empezó a ir al nido, se adaptó súper rápido y la verdad que cuando no esta enfermo y va, va feliz. Es inevitable que el primer año de nido sin importar la edad que tengan se enfermen bastante, la verdad que es fatal en ese sentido, pero inevitable.
Regresando al tema… algo que empezó a pasar es que lloraba dormido, mientras soñaba, como si tuviera pesadillas.  Luego se le pasaba y no se llegaba a despertar pero se notaba que pasaba un momento de angustia en algún instante de la noche.
Luego de varios de estos episodios un día le comenté a su profesora que había notado esto en los últimos días y que me preocupaba. Me contó que es súper normal, que muchas veces pasan cosas en el nido que pueden haber generado un impacto emocional demasiado fuerte y que eso se le queda en el inconsciente haciendo que luego sueñe con ello.
Por ejemplo si un amiguito lo empujó y a él no le gustó, eso le puede haber generado algún sentimiento que luego lo recuerda mientras duerme. Investigué un poco más sobre el tema y es totalmente cierto muchas de las cosas que generan un impacto fuerte durante el día luego se manifiestan nuevamente en el inconsciente mientras dormimos. Esto se aplica a niños y adultos.
Empezar el nido viene con varios cambios para todos es parte del proceso. Los procesos no se pueden saltear solo acompañar así que esta bueno saber que esperar para poder afrontarlos de la mejor manera posible.
Muchas cosas por más difíciles que sean como las enfermedades, por ejemplo, son parte de crecer y nuestros hijos se van a enfermar mil veces, hay que ser fuertes a pesar de que nos rompe el corazón verlos mal.  Tener las cosas en cuenta y saber que van a pasar nos va a ayudar a enfrentarlas mejor.
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Escrito por kiki

    1 comentario

  1. ga 14 septiembre 2014 at 18:34 Responder

    Linda, esos más parecen terrores nocturnos, no son pesadillas sino algo más parecido al sonambulismo, los bebés luego no recuerdan pues no están despiertos. Ocurren también porque están sobresaltados y en el paso de una fase del sueño a otra su cerebro reacciona así. En el libro Dormir sin lágrimas de Rosa Jové lo describen muy bien, está en amazon 😉

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