¿Quieres buscar otro hijo pero sientes culpa porque tu hijo mayor todavía es muy chiquito?  ¿Tienes miedo que sufra al tener que compartir a mamá y papá, y tener que competir con otra personita por su atención? ¿Uno de tus mayores temores es pensar en cómo vas a dividir tu tiempo para poder darles el amor y la atención necesaria que ambos hijos merecen?

El tiempo, el dinero, el espacio, entre otros miedos te frenan a convertirte en mamá de dos. Nunca va a ser el momento correcto siempre algún «pero» vas a encontrar, pero si no lo piensas demasiado y te animas a dar el paso te aseguro que a pesar de que al principio será difícil la adaptación, serán muchos más los beneficios que los problemas que tendrás.

Se van a pelear, van a llorar, van a sufrir pero también se van a acompañar, van a divertirse, van a compartir y aprender mucho juntos. Cuando tienes hermanos comprendes más rápido que el mundo no gira solo en torno a ti.  Ahorita mismo no lo vez pero un hermanito es el mejor regalo que le puedes dar a tu hijo mayor. Es la mejor compañía que va a tener hoy y siempre, ya que un hermano es un amigo para toda la vida.

La fraternidad es algo que solo se aprende viviéndolo. No hay nada más hermoso que ver a hermanos ayudarse, cuidarse y preocuparse por el otro. Vivir esos momentos como madre es algo realmente especial, y hace que valga la pena todo el esfuerzo y el trabajo que implica tener más de un hijo.

Para ti que quieres buscar el segundo pero tienes tus dudas, no te voy a engañar, vas a tener más trabajo, más momentos de estrés y no va a ser fácil. Los hermanos se pelean pero también se aman y aprenden a ser solidarios, empáticos, amables, considerados y millones de cosas más!

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