Hace poco conversando con mis amigas que son mamás en nuestro clásico momento de catarsis, el tema fueron los papás de nuestros hijos. Esta vez les tocó a ellos y les dimos con palo, tanto que en un momento nos sentimos parte del panel del programa de Laura Bozo en donde solo faltaba que la Bozo gritara: “¡Que pase el desgraciado!” y entonces salieran todos nuestros maridos desfilando uno por uno al escenario. Nos matamos de risa al imaginar la escena, que no estaba muy lejos de la realidad. Les comparto un poco de nuestra catarsis obviamente con algo de censura (para no ganarme tantos enemigos).
Es increíble como siempre que ellos “ayudan” o mejor dicho hacen su labor de padres tienen que recalcarlo y cuantificar el tiempo en el cual realizaron la actividad, que tire la primera piedra la que no ha escuchado comentarios como: “Estuve una hora jugando con los legos”, “Hace 45 minutos que estamos pintando juntos”, “Estuve toda la mañana con él, lo lleve al parque, a tomar un helado…” , “Claro que ayudo, yo le cambié el pañal de la mañana”. Dejan claro el tiempo que dedicaron y qué hicieron para que sepamos que ahora les toca a ellos descansar, y que el resto del día que queda no van a mover un dedo y nos toca a nosotras. Pero se olvidan que a nosotras siempre nos toca, la diferencia es que no nos la pasamos cuantificando el tiempo ni relatando lo que hicimos, hacemos y haremos, porque es algo de todos los días y lo tenemos asumido. Pero si ellos ayudan en algo un monumento hay que hacerles.
Nosotras chambeamos y ellos se agotan, parece que de sólo mirarnos ya están exhaustos y no pueden más. En el mundo que vivimos el sexo femenino es etiquetado como el sexo débil, pero los debiluchos son ellos! Ya los quiero ver viviendo un día en nuestros zapatos, estoy segura que mi esposo renuncia antes del medio día sobretodo si es que es un día que me toca hacer el pool para el colegio. Ya lo quiero ver atracado en tráfico, con 5 criaturas llenas de energía dentro de un auto, buscando estacionamiento, para luego bajar con miles de mochilas y loncheras y dejar a cada niño en su salón.
¿Qué pasa cuando tienes un plan de noche que no lo incluye y le avisas que vas a salir? La respuesta es: “Perfecto, no hay problema pero los dejas dormidos”, ni esa se pueden hacer! Por más de que adelantamos la comida y la hora del baño de los bebes para salir temprano, al final terminamos saliendo tardísimo y agotadas porque obviamente al hacerlos dormir lo único que queremos es quedarnos durmiendo nosotras tambien!
Hoy tocó un poco de catarsis sobre los papás, pero que se va a hacer si es la verdad, y debo admitir que me he sentido bien diciendo todo lo que pienso y me sentiré mejor aún si me apoyan así no quedo sola y desamparada con este manifesto. No valen hacerse la sueca, compartelo con tu pareja así se siente culpable y se la hace un poco más!
]]>
Deja un comentario